Mutacionismo y Neodarwinismo

En 1859, Darwin publicaba "El origen de las especies" y 1871 "El origen del Hombre". En estas obras fundamentales exponía su teoría de la selección natural para explicar el proceso evolutivo que afecta a todos los seres vivos, incluído el ser humano. Según la teoría darwiniana, los individuos mejor dotados son los que sobreviven en la lucha por la existencia y transmiten sus caracteres a la descendencia. Sin embargo, Darwin era incapaz de explicar por qué determinados caracteres se transmitían hereditariamente y otros no. Darwin desconocía los mecanismos de la herencia.

A mediados del siglo XIX, el fraile austriaco Gregor Mendel realizó una serie de experimentos de hibridación con guisantes que le permitió establecer las relaciones existentes entre caracteres dominantes y caracteres recesivos. De este modo determinó una serie de leyes estadísticas que rigen la herencia: son las leyes de Mendel.

Los experimentos de Mendel fueron ignorados durante todo el siglo XIX y por tanto desconicidos por Darwin. Su reconocimiento no llegará hasta principios del siglo XX.

Ya en el siglo XX, el botánico holandés Hugo de Vries (1848-1935), basándose en los trabajos de Mendel, modifica la teoría de Darwin y establece las bases del MUTACIONISMO.






Según el botánico holandés, existen dos tipos de variaciones: las modificaciones y las mutaciones.

- Las modificaciones son cambios en los organismos debidos a factores medioambientales, es decir, que son consecuencia de la relación de los individuos con el medio natural en el que viven y se desarrollan. Son cambios morfológicos, en las células somáticas, y no se heredan, no se transmiten a la descendencia.

- Las mutaciones son cambios en el código genético, en el ADN de los individuos. Son variaciones en los gametos o células sexuales. Son cambios fortuitos o casuales (al azar), cuyos orígenes son mucho más complejos que los de las modificaciones. Este tipo de variaciones sí se transmiten hereditariamente a la descendencia. Son, por tanto, las que dan explicación a la evolución de las especies y al surgimiento de especies nuevas. Son el motor explicativo de la evolución.

Así pues, según el mutacionismo, la evolución se produce a causa de las mutaciones.

Sin embargo, las mutaciones no siempre son ventajasas, ni favorecen la adaptación de los individuos al medio natural. En este sentido, las mutaciones son insuficientes para explicar el proceso evolutivo.

En la primera mitad del siglo XX, aparece la Teoría Sintética de la Evolución o Neodarwinismo. Ésta es la teoría defendida por la biología actual. Esta nueva teoría, apoyándose en los nuevos progresos de disciplinas como la zoología, la paleontología o la biología molecular,  sintetiza o aúna:
  • la selección natural de Darwin,
  • los trabajos de Mendel y
  • el mutacionismo de Hugo De Vries
La apuesta por esta nueva teoría supone un abandono definitivo del lamarckismo y un apoyo al darwinismo.

Teoría sintética de la evolución

Por un lado, Las mutaciones explican las variaciones azarosas que se producen en los organismos (son el motor de la evolución). Por otro lado, la selección natural dirige el curso de la evolución eliminando las variaciones menos ventajosas y haciendo que sobrevivan los individuos mejor dotados, es decir, áquellos en los que se han producido mutaciones favorables para la adaptación al medio y que tendrán descendencia con los caracteres adquiridos.


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