La humanización

El ser humano posee una serie de características fisiológicas propias que lo diferencian de los los demás animales. Algunas de estas características hacen que sea capaz de producir cultura y ésta le permite adaptarse al medio de una forma totalmente nueva. El hombre evoluciona no sólo biológicamente, sino también culturalmente. Este proceso de evolución cultural recibe el nombre de humanización.



Escena de la película "2001: una odisea del espacio"

En lenguaje cinematográfico, una elipsis es un salto en el tiempo o en el espacio. El espectador no pierde la continuidad de la secuencia aunque se han eliminado los pasos intermedios. Ésta es, casi con toda seguridad, la mayor elipsis de la historia del cine. Cuando el hóminido arroja el hueso al aire, éste se transforma en una nave espacial, simbolizando la evolución de la cultura y la tecnología humanas.

La humanización es el proceso a través del cual el ser humano va creando manifestaciones culturales cada vez más complejas que le permiten una cada vez mejor adaptación al medio natural. Mientras que la hominización o evolución biológica es lenta y azarosa; la evolución cultural siempre dirigida a un fin determinado, es extraordinariamente rápida. Se trata de un proceso Lamarckiano: las manifestaciones culturales que se usan mucho se desarrollan, mientras que las que caen en desuso terminan por desaparecer; y todo lo conseguido por una generación pasa a la siguiente generación en forma de herencia cultural a través de la enseñanza y el aprendizaje. En poco tiempo el homo sapiens ha transformado la faz de la tierra. Con la creación de la cultura y de los útiles artificiales, el hombre se va a relacionar con el mundo con más posiblidades que todos los demás seres vivos. Esto se pone claramente de manifiesto en esta escena de la película "Odisea del espacio 2001".

Hemos de tener presente la humanización si queremos explicar el origen del ser humano, ya que éste es resultado no sólo de la evolución biológica, sino también de la evolución cultural.

Hay que decir que hominización y humanización son dos procesos paralelos y relacionados entre sí (se requieren mutuamente y se refuerzan.

Son procesos paralelos: carece de sentido afirmar que en una primera etapa aparece el hombre a partir de otros homínidos (hominización) y en una segunda etapa comienza a crear cultura y a adaptarse al medio a través de ella (humanización). La evolución cultural está ya presente en los primeros homínidos y la evolución biológica sigue estando presente hoy en día en el ser humano actual.

Ambos proceso se refuerzan mutuamente. El desarrollo del cerebro (hominización) ha traído consigo más ingenio, habilidad e inteligencia que nos ha permitido desarrollar estrategias de supervivencia basadas en la cultura (herramientas, estrategias de caza...); es decir, ha permitido la evolución cultural o humanización. Por otro lado, el uso de herramientas y estrategias inteligentes para sobrevivir (cultura) hace que sea ventajoso el disponer de un cerebro mayor y que en la evolución biológica se seleccione el más mínimo cambio genético de aumento del cerebro (hominización).



Para concluir, diremos que el ser humano es un ser cultural por naturaleza y que, por tanto, para explicar su origen y especificidad hemos de tener en cuenta ambos procesos: hominización y humanización.

No hay comentarios:

Publicar un comentario