Tres funciones de la filosofía. Aristóteles, Ortega y Deleuze

 “Los hombres comienzan y comenzaron siempre a filosofar movidos por la admiración; al principio admirados ante los fenómenos sorprendentes más comunes; luego, avanzando poco a poco, planteándose problemas mayores (...). Pero el que se plantea un problema y se admira, reconoce su ignorancia. (...) De suerte que, si filosofaron para huir de la ignorancia, es claro que buscaban el saber en vista del conocimiento, y no por alguna utilidad. Y así lo atestigua lo ocurrido. Pues esta disciplina comenzó a buscarse cuando ya existían las cosas necesarias y relativas al descanso y al ornato de la vida. Es, pues, evidente que no la buscamos por ninguna utilidad, sino que, así como llamamos hombre libre al que es para sí mismo y no para otro, así consideramos a ésta como la única ciencia libre, pues ésta sola es para sí misma.” 

Aristóteles: Metafísica. Madrid. Gredos.



“Haber filosofía en el mundo significa, sin remedio, existir en el mundo, tácito o sonoro, ese grito: ¡el ser viviente que no es filósofo es un bruto! En el orbe intramundano todo lo que no es filosofía es sonambulismo y los animales se caracterizan por su existencia sonambúlica. Conste que yo no digo esto; (...) lo ha dicho el hecho mismo “filosofía”. Después de su edad heroica en Jonia y en la Magna Grecia, en Mileto y en Elea, los filósofos han procurado dulcificar la cosa envolviendo el insulto en melifluencia. Sócrates dirá en la Apología: “una vida sin filosofía no es vividera para el hombre”. Aristóteles dirá: “todas las demás ciencias que no son filosofía son mas “necesarias” que ésta, pero ninguna es más importante”. Réstense los eufemismos y se tropezará con el insulto.” 
 
José Ortega y Gasset: Apuntes sobre el pensamiento, 
su teurgia y demiurgia. En Obras completas, Vol. V. Madrid, Alianza.



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